«Algo salió mal», el nuevo órgano oficial de la revolución que se avecina, no desconoce su responsabilidad como medio de comunicación social y busca evitar que sus páginas se conviertan en una caja de resonancia donde todos creamos que nuestras ideas son ampliamente aceptadas y no nos demos cuenta que hay visiones divergentes, estrellándonos con la dura realidad de obtener solo un 2 por ciento en las elecciones cuando jurábamos que la estábamos rompiendo. Eso, y la necesidad de proveernos de fondos para poder llevar nuestro periódico a las prensas es que hemos admitido a un grupo de jubilados de las cuatro ramas de las fuerzas armadas y de orden del Hogar de Montepiados Número 7 de Peumo que pagan parte de sus jubilaciones para que insertemos su órgano oficial, que han llamado

LA VOZ DEL PATRIOTA

Evelyn Matthei promueve el deporte entre jubilados con la primera maratón de perseguir encapuchados y pegarles

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La iniciativa, enmarcada en la campaña «Por una generación boomer exitosa y eterna, detengamos y desaparezcamos la primera línea», el Municipio de Providencia ha armado a doscientos piquetes de tiernos abuelitos con carteles de «me cagó la AFP, quemémoslo todo» para infiltrarlos en las manifestaciones y así conseguir datos esenciales sobre el grupo del marxismo internacional que está conjurado para derrocar al legítimo bienaventurado y designado por el mismísimo Dios quien con su manto sagrado de seda roja legítimo purpurado que descendió del cielo General Capitán Sebastián Juan Manuel Augusto José Ramón Piñera Ugarte y Arrizabalagagaga.
«Lamentamos, si, que nuestros mejores hombres en la infiltración de la actividad subversiva se encuentren, la gran mayoría, presos en Punta Peuco, y otra buena cantidad, militando en Revolución Democrática» señaló Facisto Modena, director de bibliotecas, recursos artísticos y defensa personal con Nunchacus.
En la Caseta cultural literaria de Parque Almagro se está instalando una serie de puchinballs con las fotos de diversos marxistas destacados, para que los abuelitos mantengan actividad física dándoles de patadas, apuñalándolos con corvos o usando el arma de servicio. ¡Así avanza la Divina Providencia!